jueves, 30 de enero de 2014

¿Obstáculo u opotunidad?

Los comienzos nunca fueron fáciles...


Se dice mucho ¿verdad? Es una expresión muy "de madre", bastante típica. Y tal vez la ignoraría si no estuviese completamente de acuerdo con ella.
Los comienzos son difíciles, y no me refiero con ello al tópico que, como digo, tantas veces escuchamos, ni parafraseo al refranero popular. Yo me baso en mi propia teoría.
Opino que los principios no solo pueden ser complicados, sino que deben serlo. Me explico...

miércoles, 8 de enero de 2014

Anónimo

Quizás sea esa la clave: Desconocerme, para volver a conocerme después desde cero.

Anónimo...

tenía tanas cosas que decirte
que me olvidé firmar en la carta.

Aun así.. mi letra me delata
Mi voz, mi sintaxis, mi ortografía.
Todo está barnizado de algo que, aunque sea lo mínimo, es particularmente mío.

Y eso...
me hace perder la posibilidad de ser anónimo

¿Qué te diría con otra cara y con otra voz?
El anónimo no conoce el miedo ni el pudor,
es invencible,
aunque pueda carecer de confianza.

A veces, he pensado
mostrarme anónimo ante ti
para poder tratarte sin todos esos juicios que arrastras. 

Con todo lo que está firmado con mi nombre.
Como empezar desde cero,
deconocerme...
para que realmente me conozcas despues. 

Y eso creo, que muchas personas nunca me llegarán a conocer
si no me desconocen primero...
                                                                                (Shinoflow)


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jueves, 2 de enero de 2014

MALDITA RAZÓN



Maldita razón, ¿por qué me anulas? ¿No entiendes que prefiero al corazón?

Maldita cabeza, llena siempre de ideas, de advertencias. “Ten cuidado, vas a sufrir, ándate con ojo, ese tipo no es de fiar, te hará daño, te harán dudar”. Cállate estúpida, ¿no ves que prefiero amar?
Qué pocos somos ya los que vemos que el corazón le puede a todo. “¿Y qué es un corazón? Es solo un músculo, late para que puedas vivir. Sin él, simplemente morirías”. Déjame, no te quiero escuchar. Sin ti, simplemente no pensaría. Tal vez viviría más, tal vez me equivocaría, pero aprendería. ¿Y lo especial que sería arriesgarse por un amor?, ¿y lo satisfactorio que resultaría salir exitoso?… ¿Qué te diría entonces? Maldita cabeza, me arriesgué y gané, luché sin tu ayuda, vencí  y soy feliz…

Maldita conciencia, ¿por qué eres tan incómoda? ¿Tanto daño te han hecho que ahora solo quieres estar sola?

miércoles, 1 de enero de 2014

Un paso hacia la eternidad...


Existen momentos en la historia de las personas en que la vida te pide un descanso. Un momento de reflexión, una retirada cautelosa dedicada a la búsqueda de tu paz. Tus recuerdos, tus glorias y tus fracasos te piden dormir, para coger fuerzas y despertar con energías renovadas. Todo lo que compone lo que eres y has sido te marca un "stop" porque el obstáculo que ayer sorteaste te dejó demasiado cansado para seguir construyendo lo que serás mañana.
Es entonces cuando no queda otra que admitir que en la vida no todo pueden ser sonrisas, que hay golpes que te tienen que asestar para que tu cuerpo aprenda a ser más fuerte. Que no puedes querer llevarlo todo a cabo sin sufrir decepciones, y que quienes te acompañan en ese camino de rosas, a veces esconden espinas en la mano para clavarlas en la tuya cuando te la estrechan.