sábado, 8 de febrero de 2014

¿Y si esta vez...?

Y si ya es tarde...
Y si se ha olvidado de mí...
Y si hago el ridículo...
Y si me esquiva...
Y si está con otra persona...
Y si pone alguna excusa...
Y si vuelvo a pasarlo mal...
Y si mejor, dejo las cosas como están...

Pero

Y si aún estamos a tiempo...
Y si, en secreto, me recuerda...
Y si está deseando que le hable...
Y si le apetece estar conmigo...
Y si yo soy la única persona...
Y si su excusa soy yo...
Y si esta vez sale bien...
Y si, esta vez me arriesgo a dar el paso...


El miedo nos paraliza, la mayoría de las veces. Cada vez que hay algo por lo que luchar, un sinfín de voces nos asedian con un canto de desesperanza que no nos deja avanzar. ¿Cuántas veces hemos deseado hablar con una persona o enfrentar una situación que tenemos reprimida y nos hace sufrir?
El ser humano es así. Nos hemos acostumbrado a vivir en el temor al ¿qué pasará?. No nos damos la oportunidad de averiguarlo. Damos por sentado que es mejor callar, guardar los sentimientos, no enfrentarse a alguien a quién tememos perder. Y así... lo perdemos todo.
En esta ocasión hablo del miedo a perder un amor. Todos hemos tenido alguna vez la necesidad de gritar muy alto un "Te quiero" a esa persona que, en secreto, nos hace soñar y reír en la intimidad de nuestra imaginación. Y, sin embargo es tanto el miedo al rechazo, que preferimos callar, fingir que es solo un amigo, que mis labios no se mueren por los suyos, que mi vida es perfecta aún sin ti... Y así, nos quedamos instalados en la comodidad de lo conocido. Es tan grande el temor, que llegamos a coger cariño al sufrimiento. Elegimos morir por dentro cada vez que le vemos sonreír, en lugar de plantarnos delante y comenzar con un "¿podemos hablar?"
Y es difícil, no lo niego. Pero, ¿nos paramos a pensar que, solo tal vez, mientras amamos en silencio, esa otra persona también lo hace? ¿Nos planteamos que, quizás, si hoy tengo valor para hablarte, mañana podríamos pasear de la mano? No lo hacemos, porque nos ponemos en lo peor, pensamos que directamente, todo irá mal. Y así, dejamos escapar lo que tal vez estaba reservado para nosotros.
Es solo una reflexión. Es humilde mostrar los sentimientos. Es honesto dedicar una sonrisa a aquel que te las provoca. Es justo expresar que eres tú en quien pienso antes de dormir, y de quién me acuerdo al despertarme, tras haber soñado contigo
Y es tan fácil como hacer caso a eso que tantas veces hemos oído. Si el "NO" ya lo conoces, lo único que puedes ganar es un "SI". Párate a pensarlo. Tal vez esta noche sería la más feliz, quizás mañana te despertara su "Buenos días, mi vida" si tan solo hoy decidieses arriesgarte. Podrías conseguir un SÍ de donde antes no había nada.
Pero, ¿qué pasa si nos encontramos con la negativa? Nada. Solamente seguiría igual todo. No habrías perdido nada. Estarías donde antes, nunca peor. Es importante ver que, si después de dar el paso, nos encontramos con ese temido "NO", nos quedará la satisfacción de haberlo intentando. Habríamos sido valientes, y eso ya es estar mejor que al principio.
El error consiste en dar por sentado que no lo lograrás, y rendirte antes de haber comenzado. ¿Cómo sabrías si esa persona se muere por dar el mismo paso y no encuentra el valor para hacerlo? Hazlo tú.
Y si no resulta... seguirás respirando, seguirás viviendo... lo olvidarás y seguirás siendo feliz. Pero lo habrás intentado. Y eso ya es mucho más de lo que algunos pueden decir.
Por eso, nunca tires la toalla antes del intento. Pocos quedan ya que hagan caso al corazón y dejen de guiarse siempre por la engañosa razón. Nunca harás el ridículo si lo que muestras son tus sentimientos.
Solo puedes ganar... Piénsalo.
Y es importante no desanimarse con ejemplos pasados. "La última vez salió mal", "Ya lo intenté en otra ocasión y me rechazaron"... ¿Y qué? ¿Significa eso que esta vez ocurrirá igual? Cada momento de nuestra vida está ahí por algo. Y los recuerdos del pasado existen para que podamos aprender de ellos, no para reprimir lo que HOY podría ser el más glorioso de los aciertos... tu verdadero paso hacia la eternidad...

¿Y si todo sale mal? oirás en tu cabeza...



Pero, ¿Y SI ESTA VEZ... LO INTENTO?


Las victorias y las derrotas son para los que luchan. Los que no hacen nada, pierden antes de jugar. Y nunca se gana una partida si no movemos ficha...





Y recuerda, a veces la victoria es haber tenido el valor para intentarlo... más que algunos tienen

Adrián Peña "Chico Tóxico"


Sígueme en Twitter: @Droximilian


No hay comentarios:

Publicar un comentario