Hay veces que la vida nos pone ante una disyuntiva. Una
pregunta, una opción, una propuesta más o menos atractiva. En el momento suele
parecer algo fácil de responder, algo sin importancia, sin implicaciones
futuras ni consecuencias tangibles. Y es por eso por lo que no vemos una enorme
diferencia entre dar un "si" o justificar un "no".
Pero el tiempo pasa, y es entonces cuando te das cuenta de
cómo habrían sido las cosas de haber pensado esa respuesta, de no haber sido
tan rápido, tal vez haber considerado los pros y contras... haber vaticinado lo
que ganabas... o lo que estabas dispuesto a dejar escapar.
El ser humano es así: incierto, impredecible, o no tanto;
pero sobre todo, incapaz de anticiparse a lo que su vida puede girar, maquinar
en torno a unas pautas, establecidas únicamente por esa ausencia de visión
futurista.
Un cambio, una oportunidad, un SÍ o un NO... Luchar ahora o
dejarlo para más tarde; Salir y gritar o esconderte bajo las sábanas; Decir
"Aquí estoy" o agacharse para pasar desapercibido. ¿Quién decide lo
que es bueno o malo, lo que es aconsejable, lo que debes o no debes hacer,
decir o tomar?. Y normalmente el espejo está demasiado cerca para indicarte en
quién recae ese increíble poder que no es otro que el de cambiar tu vida.
En cuanto a mi... sigo girando en esa espiral de imágenes y
sonidos que, por más que se agiten, siempre susurran al oído ese mensaje de
esperanza que a menudo solo ve el que quiere verlo:
"La vida siempre nos pone delante otra oportunidad de no equivocarnos"
Y esta vez... ¿la vas a aprovechar?
Adrián Peña "Chico Tóxico"
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me encanta!! tequiero muchi y enserio me encanta como escribes
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